Mejora Escritura
Escribe un párrafo. Elige cualquier tema y escribe al menos cinco oraciones acerca de eso. Si no tienes creatividad, simplemente copia un pasaje de un libro o un periódico. El objetivo es darte una idea de cómo se tu caligrafía habitualmente. Mientras más escribas, más preciso será tu análisis.
Identifica las formas básicas. ¿Tu escritura está llena de lazos y curvas? ¿Básicamente tiene una apariencia de líneas rectas y rígidas? ¿Tienes bordes duros o tus letras se mezclan?
Busca una inclinación. El ángulo en el que escribes tus letras puede ser decisivo para tu escritura. ¿Es tu caligrafía es perpendicular a las líneas debajo? ¿Cae hacia la izquierda o hacia la derecha de forma significativa? Una leve inclinación típicamente no es ningún problema, pero demasiada puede dificultar la lectura.
Revisa la alineación. ¿Tus palabras tienden a escribirse en un ángulo hacia arriba o hacia abajo? ¿Se superponen con las líneas de la página? ¿Está cada palabra angulada individualmente o tus líneas de texto completas se desvían en la misma dirección desde la línea?
Mira el espaciado. La distancia entre las palabras y las letras ayuda a determinar la calidad de tu escritura. Debe haber suficiente espacio entre cada palabra para que entre la letra "o". Usar más o menos espacio que éste puede ser un indicador de mala caligrafía. Presta atención también a la cercanía de cada letra individualmente. La escritura estrecha o letras que son espaciadas demasiado distantes unas de otras pueden ser difíciles de leer.
Pon atención al tamaño. Resulta que el tamaño sí importa, al menos en la escritura. ¿Tu escritura llena por completo el espacio entre dos líneas? ¿Puedes escribir todas tus palabras en menos de la mitad del espacio entre líneas? Tomar una gran cantidad de espacio o usar demasiado poco son dos cosas a evitar.
Mejora Lectura
IAsegúrate de entender el tipo de texto que tienes. Pregúntate “¿Qué tipo de obra estoy leyendo?”, “¿El texto se basa en información, como un periódico, un libro de texto o un manual?” o “¿Se trata de un texto más creativo o artístico, como una novela o un cuento?”. Estos detalles son importantes.
- Por ejemplo, si lees para seguir instrucciones (como una receta o una guía de ensamblaje), tendrás que entender el significado exacto de cada paso.
- Si lees un texto que tiene mucha información, como un libro de texto, entonces estás leyendo más que nada para obtener nueva información con respecto a cosas que no conoces o que no entiendes.
Determina el propósito de la lectura. La razón por la que lees tiene un impacto en la manera en que lees. Por ejemplo, leer una novela para una clase puede ser diferente que leerla por placer, pues es necesario que entiendas y que recuerdes el texto en vez de simplemente disfrutar la experiencia de leerlo. Pregúntate “¿Para qué leo?”.
- Si lees para obtener información (por ejemplo, para cumplir requisitos del trabajo o de la escuela), probablemente tendrás que probar técnicas extensivas.
- Si lees para practicar la pronunciación, aprender el vocabulario o estudiar la gramática, probablemente tendrás que probar técnicas intensivas.
- Si lees por placer, puedes probar cualquier técnica que prefieras.
Echa un vistazo a la lectura antes de empezar. Cualquiera sea el propósito de la lectura, tomarte algunos minutos para inspeccionar el texto es muy útil. Fíjate cómo está estructurada y presentada la obra. Estas son maneras sencillas de aumentar tu comprensión.[2]
- ¿Tiene un título la obra?
- ¿Hay algún índice que puedas revisar?
- ¿La obra está separada en dos secciones?
- ¿La obra tiene algún detalle “adicional”, como palabras clave en negrita, ilustraciones o gráficos?
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